La impresión de piezas de aluminio para motores podría ahorrar mucho tiempo, dinero y peso en futuras naves espaciales. Elementum 3D Inc., socio del proyecto, está poniendo esos beneficios a disposición de la industria espacial comercial y más allá.
La impresión de piezas de aluminio para motores podría ahorrar mucho tiempo, dinero y peso en futuras naves espaciales. Elementum 3D Inc., socio del proyecto, está poniendo esos beneficios a disposición de la industria espacial comercial y más allá.
En el otoño de 2023, la Nasa realizó una prueba de fuego con una boquilla de motor de cohete impresa en 3D de aluminio. El aluminio no suele utilizarse para la impresión 3D porque el proceso hace que se agriete y su bajo punto de fusión lo convierte en un material complicado para los motores de cohetes. Sin embargo, la prueba fue un éxito.
La prueba de fuego caliente fue la culminación de una relación entre la Nasa y Elementum que comenzó poco después de la fundación de la empresa en 2014 para hacer que haya más materiales disponibles para la impresión 3D. La empresa, con sede en Erie, Colorado, infunde aleaciones de metal con partículas de otros materiales para alterar sus propiedades y hacerlas aptas para la fabricación aditiva. Esto se convirtió en la base del proceso de fabricación aditiva reactiva (RAM) de Elementum.
La Nasa adoptó la tecnología y calificó la versión RAM de una aleación de aluminio común para la impresión 3D. Luego, la agencia otorgó fondos a Elementum 3D y a otra empresa para imprimir el motor experimental del cohete Broadsword, lo que demostró la viabilidad del concepto.
Mientras tanto, un equipo del Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la Nasa en Huntsville, Alabama, estaba trabajando para adaptar una tecnología emergente para imprimir motores más grandes. En 2021, Marshall otorgó un Anuncio de Oportunidad de Colaboración a Elementum 3D para modificar una aleación de aluminio para imprimir en lo que se convirtió en el proyecto de Fabricación Aditiva Reactiva para la Cuarta Revolución Industrial.
El proyecto también puso a disposición una aleación de aluminio de uso común para la impresión 3D a gran escala. Ya se utiliza en componentes de satélites de gran tamaño y podría implementarse en equipos de fabricación de microchips, piezas de coches de carreras de Fórmula 1 y más. La aleación modificada para el motor Broadsword ya se está utilizando en rotores de freno y luminarias. Estas diversas aplicaciones ejemplifican las posibilidades que surgen de la colaboración y la inversión de la Nasa en la industria.