Innovador sistema para convertir residuos no reciclables en hidrógeno

Powerhouse Energy Group plc (PHE) ha anunciado avances importantes en el desarrollo de su sistema DMG (Distributed Modular Generation), capaz de convertir residuos no reciclables en energía de bajo carbono. A través de su unidad de pruebas de materia prima (FTU), la empresa ha conseguido incrementar la producción de hidrógeno a partir de plásticos mixtos y combustibles sólidos recuperados.


Se instaló un nuevo sistema de placas internas en el horno, diseñado con ayuda de la Universidad de Manchester, que mejoró la retención de calor y redujo los residuos en el sistema de limpieza de gases.

  • Hidrógeno limpio a partir de residuos no reciclables.
  • Mejores rendimientos de lo previsto.
  • Tecnología optimizada con apoyo académico.
  • Producción de hidrógeno de alta pureza.
  • Potencial para despliegue descentralizado y local.

Powerhouse Energy aumenta la producción de hidrógeno en ensayos con residuos

Powerhouse Energy Group plc (PHE) ha anunciado avances importantes en el desarrollo de su sistema DMG (Distributed Modular Generation), capaz de convertir residuos no reciclables en energía de bajo carbono. A través de su unidad de pruebas de materia prima (FTU), la empresa ha conseguido incrementar la producción de hidrógeno a partir de plásticos mixtos y combustibles sólidos recuperados, superando incluso sus propias proyecciones iniciales.

Resultados superiores a los modelos iniciales

Durante los últimos seis meses, el equipo de I+D de PHE ha validado su tecnología con residuos plásticos reales, obteniendo rendimientos constantes e incluso superiores a los modelados previamente. Estos resultados refuerzan la fiabilidad del sistema DMG, que funciona mediante gasificación avanzada, generando un gas de síntesis rico en hidrógeno.

La validación de los ensayos con residuos plásticos en condiciones reales (no en laboratorio) es un paso clave, ya que permite evaluar la tecnología en contextos similares a los de una planta industrial. Según los datos de PHE, de un volumen de entrada de 40 toneladas diarias de plásticos mixtos, el sistema ya puede producir entre 3,0 y 3,5 toneladas diarias de hidrógeno de una pureza del 99,999 %, un nivel adecuado para múltiples aplicaciones industriales. Incluso se estima que podría generarse una cantidad mayor si se reduce ligeramente la exigencia de pureza, cumpliendo aún con la normativa para transporte por carretera.

Ingeniería avanzada para mejorar el rendimiento

Uno de los avances más relevantes ha sido la instalación de un nuevo sistema de placas internas en el horno de gasificación, desarrollado en colaboración con la Universidad de Mánchester mediante simulación CFD (dinámica de fluidos computacional). Este rediseño ha permitido una mejor retención del calor y una reducción significativa de residuos sólidos en la línea de limpieza de gases, lo que mejora tanto la eficiencia energética como la vida útil del equipo.

Estos cambios no son solo mejoras técnicas: representan un paso firme hacia la escalabilidad industrial de la tecnología, un factor determinante para su despliegue a gran escala.

Diversificación de residuos y adaptación comercial

Además de plásticos, PHE ha probado con combustibles sólidos recuperados (SRF), obteniendo resultados consistentes. Aunque este tipo de materia prima no es la más adecuada para producir hidrógeno, sí genera un gas útil para otras aplicaciones energéticas, como producción de electricidad o calor para procesos industriales. Esta versatilidad amplía las posibilidades comerciales del sistema DMG, que no depende de un único tipo de residuo ni de un único uso energético.

Otro aspecto importante es la adaptabilidad del sistema a distintos flujos de residuos, lo cual permite a PHE trabajar directamente con posibles clientes para diseñar configuraciones personalizadas, según las características de los residuos disponibles en cada zona o industria.

Más allá del hidrógeno: valorización de residuos

El trabajo de optimización del sistema incluye también el aprovechamiento del residuo no gaseificado. Lejos de ser un desecho sin valor, este subproducto puede transformarse en materiales útiles, como aglomerados cerámicos, materiales de construcción o incluso tierras artificiales para usos no agrícolas. Esto aporta una dimensión circular al proceso, reduciendo aún más el impacto ambiental y generando nuevas fuentes de ingreso.

Potencial

La tecnología DMG de Powerhouse Energy tiene un enorme potencial para avanzar hacia una economía baja en carbono. Su capacidad de convertir residuos no reciclables en hidrógeno limpio y otros productos útiles la posiciona como una herramienta realista para mitigar la crisis climática. Algunas de sus aplicaciones más prometedoras incluyen:

  • Despliegue en zonas industriales para sustituir combustibles fósiles en procesos térmicos o de movilidad pesada.
  • Plantas modulares locales, capaces de tratar residuos urbanos y generar energía en el mismo lugar, reduciendo emisiones por transporte de residuos.
  • Apoyo a la transición energética en comunidades rurales o remotas, donde la generación descentralizada puede garantizar el acceso a energía limpia.
  • Integración con estrategias de economía circular, aprovechando los subproductos como materia prima para otros sectores.
  • Complemento a normativas emergentes sobre responsabilidad ampliada del productor, permitiendo tratar residuos difíciles de reciclar que, de otro modo, terminarían en vertederos o incineradoras.

A medida que gobiernos y empresas buscan soluciones viables para cumplir con los objetivos climáticos, tecnologías como la de Powerhouse Energy representan una respuesta pragmática, escalable y ambientalmente coherente. No se trata solo de generar hidrógeno: se trata de cerrar el ciclo de los residuos, reducir emisiones y producir energía limpia allí donde se necesita.

Fuente: https://ecoinventos.com