El mundo de los repuestos está cambiando: así es la revolución de la impresión 3D

La propia Porsche está imprimiendo en 3D los componentes para los vehículos clásicos de aquellos clientes que llevan todavía al concesionario oficial el vehículo para una reparación importante. No tiene sentido para la marca seguir fabricando estos componentes teniendo en cuenta que dejaron de fabricar los vehículos que los utilizaban hace años y que son componentes que ya nada tienen que ver con los actuales y, por tanto, tienen un proceso de fabricación radicalmente diferente.


Las impresoras 3D parecen poco más que juguetes con los que poder imprimir soportes para el móvil o para un mando de consola. Algunos piensan que solo son útiles para quienes se dedican a diseñar productos y tienen que hacer maquetas. Sin embargo, lo cierto es que las impresoras 3D son mucho más que eso. Podrían cambiar radicalmente el mundo de los repuestos, y de hecho, ya lo están haciendo.

Imprimiendo repuestos imposibles

Las impresoras 3D ganan especial relevancia cuando es imposible encontrar un repuesto. Yo esto lo he vivido en primera persona. Hoy en día resulta muy difícil encontrar botones en buen estado para los mandos de una videoconsola clásica. Sin embargo, los planes de estos botones están disponibles en Internet. Y tanto comprando yo mismo una impresora 3D como utilizando alguno de los servicios disponibles para hacer una impresión barata, puedo conseguir esos botones. En función del presupuesto, puedo conseguirlos hasta en un material como el oro o con una definición perfecta.

En el mundo de los coches las cosas no cambian. Solo hay que pensar en los repuestos de coches clásicos que cada vez son más difíciles de conseguir. En algunos casos el coste es tan elevado que imprimirlos es mucho más rentable. Y en otros casos, directamente los componentes no existen y es la única opción. Pero esto no es una hipótesis, es algo muy real.

Porsche ya imprime en 3D

La propia Porsche está imprimiendo en 3D los componentes para los vehículos clásicos de aquellos clientes que llevan todavía al concesionario oficial el vehículo para una reparación importante.

No tiene sentido para la marca seguir fabricando estos componentes teniendo en cuenta que dejaron de fabricar los vehículos que los utilizaban hace años y que son componentes que ya nada tienen que ver con los actuales y, por tanto, tienen un proceso de fabricación radicalmente diferente.

Por ello, Porsche imprime en 3D los componentes para aquellos vehículos que lo requieren. La impresión en 3D hoy en día es posible en cualquier material. Se puede imprimir en fibra de carbono o en acero inoxidable, por lo que conseguir cualquier pieza no es ningún problema.

Adiós a los almacenes de repuestos

Lo anterior nos lleva a otra conclusión. Para qué queremos grandes almacenes llenos de repuestos esperando ser utilizados. Si buscamos hoy un repuesto para un vehículo con 50 años de antigüedad, tendremos que acudir a un especialista que haya ido adquiriendo estos componentes y conservándolos. Muchos de esos repuestos han estado fabricados 30 ó 40 años sin que nadie los utilizara, ocupando espacio. Otros ni siquiera se utilizarán nunca.

Hoy en día es posible acabar con eso e imprimir bajo demanda la pieza que sea necesaria. Existen ya los diseños específicos de una cantidad de piezas inmensa. Pero además, para los especialistas es posible incluso escanear en 3D una pieza para crear un modelo con el que replicarla.

Ya en el año 2015 la industria de la automoción era una de las más importantes en el uso de la impresión 3D. No obstante, en aquel momento era más por una cuestión de diseño de prototipos, pues era una herramienta genial para poder ver un modelo de coche rápidamente sin necesidad de una maqueta de arcilla. Se podía imprimir a escala, o incluso a tamaño real pieza a pieza. Era posible hacer una modificación en el ordenador e imprimirlo de nuevo.

Hoy en día esta posibilidad es ideal para conseguir componentes y repuestos que ya no se fabrican, y todo ello sin importar si se trata de un coche que viene de Estados Unidos y no estás dispuestos a desplazarte hasta allí para encontrar a un proveedor especializado.

Se acabarían los problemas de suministros

Si algo nos enseñó el COVID-19 es que dejar de recibir envíos desde los principales países productores del mundo como es el caso de China, podría dejarnos fuera de juego durante mucho tiempo. Hemos tenido problemas de suministros y de disponibilidad de productos durante muchos meses.

Quedarse, por ejemplo, varios meses con un vehículo sin poder repararse porque hay escasez de un determinado componente es un gran problema. La posibilidad de la impresión 3D permite solucionar esto de forma sencilla. Los propios fabricantes, así como los distribuidores de repuestos podrían disponer de la posibilidad de la impresión 3D.

De hecho, esto abriría la posibilidad a que hubiera proveedores de repuestos que no fueran el fabricante de oficial que ofreciera productos compatibles con mayor disponibilidad.

E incluso esto permitiría que tu taller de confianza, regentado por Manolo, que sustituyó a su padre hace 20 años, pudiera imprimir en el día una pieza en concreto que necesita tu vehículo para tenerlo listo para el día siguiente. La impresión 3D podría cambiarlo todo. Y de hecho, ya lo está haciendo.

Fuente: https://www.diariomotor.com